– La cafeína es la culpable de la mayoría de insomnios.
El café que tomas por la tarde empieza a obrar efecto cuatro horas después.
Si sufres, pues, de insomnio, suprime desde primera hora de la tarde los excitantes como el café, el té y el alcohol, así como la fruta que contenga mucha vitamina C.
Por la noche, antes de acostarte, bébete un vaso de leche: obra milagros.
Sobre todo, trata de establecer la condición ideal de tus horas de sueño; vigila tu estado de fatiga a partir de las 9 de la noche; controla el reloj en el momento en que sientas pesadez de párpados.
Una hora y media o dos horas después, a tenor de tu ritmo de sueño, volverás a sentir cansancio.
Es el momento en que debes acostarte si no quieres arriesgarte a tener que esperar otra hora y media más.
Y, en la cama, procura volverte de cara a la pared para no tener frente a los ojos la esfera del reloj si tardas en conciliar el sueño.