– Antes de un baño, una de las mejores curas de belleza que puedes aplicarte es la de la miel.
Extiende sobre cara y cuello una fina capa de miel.
Si la miel fuera demasiado espesa, pon la cantidad equivalente a una avellana grande en la palma de la mano y dilúyela con un poco de agua tibia.
La miel purifica la piel en profundidad, y el baño que vas a tomar, al dilatar los poros, facilitará todavía más su penetración.
Quita luego la miel con ayuda del guante de baño y agua caliente.
Este tratamiento garantiza una piel fresca y sana de por vida.