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– El calor del sol puede ser provechoso para las finas fibras de los músculos del ojo.

Tanto si estás de vacaciones como si estás en la ventana de tu casa, puedes proporcionar a tus ojos un benefactor baño de sol.

Cierra los ojos, dirígelos hacia el sol, ve girando lentamente la cabeza de derecha a izquierda y viceversa, y nota cómo el calor del sol calienta tus párpados.

Tras unos cinco minutos de exposición, cúbrete los ojos con la palma de la mano y dales una pausa de sombra de un par de minutos.

Transcurridos los cuales, con los ojos siempre cerrados, puedes volver a tomar otro baño de otros cinco minutos.

Abre finalmente los ojos sólo cuando ya no miren al sol.

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