– Para limpiar los quemadores ponlos a remojo en un recipiente con vinagre o zumo de limón.
Si uno de los quemadores no prende o funciona mal, empieza por comprobar si la llave del gas está bien abierta.
Examina concienzudamente los orificio de salida del gas en el quemador.
Puede haber algunos obstruidos; en este caso límpialos con un cepillo o con un palillo de dientes, algo que te permita desobturar todos los agujeros por los que sale el gas.
Comprueba finalmente los electrodos del encendido eléctrico automático.
Límpialos también y luego para dejarlos completamente secos puedes recurrir a tu secador de pelo.
– Para limpiar los quemadores de la cocina, quítalos de su emplazamiento.
– Lávalos periódica y frecuentemente con el producto lavavajillas que uses habitualmente.
– Para renovar su aspecto, una fórmula tradicional que da buenos resultados es someter los quemadores a un baño de entre 12 y 24 horas en vinagre de vino. Luego se aclaran y se secan bien.