UA

– Un litro y medio de agua te proporcionará un litro y cuarto de café, es decir, 10 tazas grandes o 15 pequeñas.

– El café molido ganará aroma si hundes dos granos, ni más ni menos, de sal gorda, en el café cuando esté en el filtro.

– Antes de molerlo, calienta ligeramente los granos en una sartén a fuego vivo. Resultará mucho más aromático.

– Para asegurarte de que un postre tenga gusto a café debes calcular 75 gr. de café por litro de leche.

– Para conseguir un buen café, es aconsejable previamente calentar las tazas en que se va a servir.

– Para la preparación de cafés y tés, elige preferentemente las aguas embotelladas menos mineralizadas.

– La borra de café, húmeda, es útil para limpiar los azulejos.

– Quita la mancha de café con una mezcla de yema de huevo y de glicerina. Lava luego en agua caliente y repasa el revés.

– No dejes restos de café en el molinillo; comunicaría un mal sabor al café siguiente.

– Para quitar el olor a rancio de una cazuela de barro, pon un poco de agua y cuece en ella los posos del café.

– Si el fregadero huele mal, pon un puñado de posos de café en el desagüe y echa agua hirviendo.

– Si un paquete de café, abierto, lo conservas en la nevera, guardará mejor su aroma.

– Los posos de café, húmedos, sacan brillo a los objetos metálicos si los frotas con un trapo.

– Para limpiar una botella, echa un puñado de posos de café y agua con vinagre, y agita.

– Los posos de café, bien secos, sirven para sacar brillo al parquet.

– En caso de necesidad, un par de servilletas de papel pueden sustituir el filtro de la cafetera.

– Para que el filtro de papel de la cafetera no caiga hacia adentro humedécelo un poco y pégalo al soporte del filtro.

– Una taza de café con un zumo de limón constituye un excelente remedio para calmar la jaqueca.

– Si el café tarda en salir de la cafetera puesta al fuego, pasa su base bajo el grifo de agua fría y saldrá enseguida.

– La salsa de un asado tendrá mejor sabor si le añades una pizca de café instantáneo en polvo.

– El agua muy blanda acentúa la acidez del café. Para compensarlo, añade una pizca de sal.

– El café preparado con agua de lluvia resulta mucho más apetecible.

https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA