– Una vez seca, la avellana puede conservarse más de un año, siempre que su almacenaje sea el adecuado. Un lugar fresco y seco (entre 12 y 13º) es lo ideal.
– Pueden conservarse también en la nevera, pero se secan más rápidamente.
– En ambiente seco y fresco, la avellana puede conservarse incólume por varios meses.