Los alimentos perecederos de origen animal (carnes, pescados, etc.) hay que conservarlos siempre en la nevera a una temperatura inferior a los 8º.
Cuece siempre a conciencia el pescado, carne y aves, pues las bacterias no sobreviven a los 70º de temperatura.
Si usas el microondas, procura por que los alimentos se cuezan por un igual a una temperatura mínima de 70º.