– Cuando acuda al supermercado y pueda elegirlas usted mismo, opte por las manzanas que, al tacto, se noten macizas y deseche aquellas piezas que cuenten con magulladuras de color marrón.
– Si las hay de todos los tamaños, escoja las de tamaño mediano ya que, las más grandes suelen estar demasiado maduras.
Generalmente son más dignas de confianza las frutas de temporada ya que en caso contrario cabe la posibilidad de que hayan permanecido almacenadas durante bastante tiempo en un lugar frío, donde el equilibrio de oxígeno ha disminuido químicamente para así detener el proceso de maduración.
– Cuando vuelven a exponerse a temperaturas normales, el proceso se pone de nuevo en marcha y pueden ablandarse con rapidez.