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Cuidado con su culete…

Como muy bien sabes, la piel que cubre los pequeños y redonditos glúteos de tu bebé es extremadamente sensible y delicada. Por eso, a la hora de cuidarla, toda precaución es poca.

Debido a la humedad, el calor y la presión que los pañales ejercen sobre la zona, su piel se irrita con mucha facilidad y, si no prestamos la suficiente atención, pueden incluso llegar a formarse eccemas y pequeñas llagas muy molestas y dolorosas. Para evitar que su culito sufra este tipo de problemas, protegerlo y mantenerlo siempre sano, tu hija/o necesita una serie de cuidados especiales que te mostramos paso a paso.

cuidados bebés


Higiene diaria

Es imprescindible asear la zona cada vez que le cambies de pañal.
La higiene es fundamental si quieres impedir que su culito se convierta en un excelente caldo de cultivo de bacterias y hongos. Lávale con agua templada y un jabón de PH neutro. Utiliza una esponja suave y, a ser posible, natural. Si lo prefieres, también puedes emplear toallitas especiales para bebés, resultan muy cómodas y son igualmente efectivas. Una vez esté perfectamente limpio, debes secarle concienzudamente con una toalla que no sea áspera, pues podría levantarle la piel, sin olvidar ningún pliegue.

Culito al aire

Siempre que la temperatura ambiente lo permita, procura quitarle el pañal durante un buen rato y deja que su piel respire. Tu pequeña/o lo agradecerá enormemente.

Limpieza segura

Cuando llegue el momento de cambiarle, hazlo sobre una superficie amplia y acolchada que te permita tener a mano todo lo que necesitas. Nunca le dejes a solas, ni tan siquiera por un instante, pues puede caerse muy fácilmente.

Pomadas y polvos de talco

Regla de oro; nunca, bajo ningún concepto, apliques las dos sustancias a la vez sobre su piel. Ni las cremas hidratantes ni los polvos de talco son imprescindibles para mantener su culito sano y protegido. En muchas ocasiones, sin saberlo, podemos estar perjudicándole más que favoreciéndole. Las primeras solo serán necesarias si la piel del bebé es muy seca o padece un tipo de dermatitis llamada atópica. En el caso del talco, su uso debe limitarse lo máximo posible. Hay casos en los que incluso está contraindicado, como en el tratamiento de las pieles secas, muy irritadas o en aquellas afectadas por dermatitis excesivamente húmedas.

Por otra parte, procura evitar el uso de colonias y perfumes. Aunque hayan sido creadas especialmente para los más pequeñines, su piel es demasiado sensible y podrían provocar reacciones.

Consulta a tu pediatra

Si, aun después de actuar con sumo cuidado, observas que su piel está irritada, tiene granitos, eccemas o llaguitas, debes acudir a tu pediatra para que sea ella, o él, quien ponga en tu conocimiento el tratamiento más adecuado. Es sumamente importante que nunca le apliques por tu cuenta una pomada medicinal, sobre todo si contiene corticoides, pues podrías empeorar la situación.

Ya sabes; culete sano, bebé feliz.

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