– No riegues en exceso las plantas que disfrutan de reposo vegetativo si no quieres asfixiar sus raíces.
Los síntomas son los siguientes:
– Una mancha marrón en el centro de la hoja que se extiende progresivamente y le da una textura blanda y aspecto marchito constituye una señal inequívoca de exceso de agua o de un substrato demasiado compacto. Suspende los riegos de inmediato y reduce la temperatura ambiente de la planta en cuestión.
– Las hojas que se ponen blandas son un signo evidente de exceso de agua cuando se riega la planta.
– No riegues más de una vez por semana y, cuanto más fresca sea la habitación en que se encuentren, menos frecuente debe ser el riego.
– Cuando se seca el borde de las hojas y se forman manchas oscuras no debe caberte duda de que a la planta le falta humedad ambiente y, en cambio, recibe demasiado agua de riego.
– No tires el agua de cocción de unos huevos duros. Deja que se enfríe y empléala para regar tus plantas. Te lo agradecerán.