UA

– Utiliza para su limpieza una solución de agua salada y aguarrás. Ponlos a secar a la sombra.

– Muebles rayados: si el daño es leve, frota la zona afectada con la mitad de una nuez hasta que desaparezca y luego pásale un paño suave.

– Si los muebles son metálicos, bastará con frotarlos mensualmente con un paño mojado en petróleo para las tareas de mantenimiento.

– Si los muebles de jardín fueran de plástico, límpialos con agua caliente, jabón verde y un chorrito de vinagre.

Los muebles de aluminio se limpian con agua caliente y el producto de limpieza líquido que uses habitualmente.

La limpieza de los de madera debe realizarse siguiendo las indicaciones de cada fabricante, puesto que los tratamientos a que se someten sus superficies varían en cada caso.

– Para que la madera pueda soportar las inclemencias del tiempo debe protegérsela. En muebles de madera de pino o de abeto común esto se consigue mediante la aplicación de aceite o de esmalte. En ambos casos, el tratamiento debe repetirse periódicamente. Las maderas que hayan recibido un tratamiento de impregnación no necesitan protección alguna.

Los muebles en madera de haya, fresno, roble, encina o caoba requieren también una capa de pintura protectora.

La madera de teca es de natural resistente a las inclemencias del exterior. Con el tiempo se le forma en la superficie una capa de color gris plateado, que puede, sin embargo, evitarse por medio de la aplicación de aceite de madera de teca.

Pernos y tornillos serán de latón, acero fino o galvanizado.

Los bastidores de acero suelen ir pintados o plastificados. El galvanizado los hace particularmente resistentes.

Para que el aluminio no se estropee con el tiempo suele dársele una mano de pintura.

Los muebles de material plástico deben ser de calidad y confiar en aquellas marcas que utilizan exclusivamente materiales resistentes y de larga duración.

– Si los muebles de jardín son de mimbre:

Límpialos con agua caliente con 5 cucharadas soperas de sal gorda por litro de agua y un poco de bicarbonato. Aplica luego un producto para la limpieza de muebles.

Utiliza un cepillo de cerdas duras.

Ponlos a secar a la sombra, nunca al sol.

Para que no se resequen, aplícales de cuando en cuando aceite de limón.

– Si los muebles de jardín fueran de hierro y presentaran zonas oxidadas, frótalas con un papel de lija para eliminar el óxido, así como los restos de pintura de las zonas limítrofes. Protege entonces la parte rascada con pintura de minio antes de aplicar la pintura de color.

– No expongas a fuertes tormentas unos muebles de jardín de madera nuevos. El primer mes ponlos a resguardo cuando amenace lluvia.

https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA