– Si tus plantas tienen que convivir necesariamente con un gato y éste tiene la mala costumbre de escarbar en la tierra de las macetas, un método sencillo y barato para mantenerlo alejado y salvar las plantas es situar unas pieles de naranja al pie de los tallos.
– Aléjalo del tiesto, enterrando en él, a muy poca profundidad, algunas bolas de naftalina, cuyo olor, detestable para los gatos, percibirá su delicado olfato.