Para conseguir una bonita dalia, pon turba y fertilizante orgánico en una maceta. Inserta en la tierra un tutor y entierra junto a él el bulbo de la dalia.
En los primeros días de julio, cuando la planta haya alcanzado los 25/30 cm. de altura, y para mantener el nivel de humedad adecuado, riega y dispón en torno al tallo un espesor de 3/4 cm. de turba o de paja, evitando su contacto directo con el tallo. Riega inmediatamente después. Si aparecieran malas hierbas, arráncalas removiendo el terreno con un instrumento que no profundice más allá de los 2/3 cm.
A medida que la planta vaya creciendo, sujétala al tutor y sostén las ramas laterales mediante 3 bastoncillos y el hilo de jardinería correspondiente.