– Si ves que las hojas de azaleas, gardenias, hortensias o rododendros palidecen, amarillean y se secan en sus bordes, antes de caerse, quiere decir que sufren de clorosis, es decir, de un exceso de cal en la tierra y de un exceso de calcio disuelto en el agua de riego.
Son plantas calcífugas y no soportan bien estos excesos.
Si la enfermedad se ha desarrollado en ellas, tendrás que recurrir a productos comerciales específicos que resuelven este problema, generalmente a base de sulfato de hierro que aumenta la acidez del suelo.
Pero estos problemas puedes evitarlos utilizando tierra de brezo y regándolas con agua descalcificada.