– Para lavar corbatas o pañuelos de seda, empieza por batir dos o tres claras de huevo hasta montarlas ligeramente.
Pasa las prendas suavemente por esta espuma, revolviéndolas en ella.
Si las aclaras luego en una infusión de salvado, conseguirás que recuperen su suavidad y esponjosidad naturales.
Para ello basta con que eches un puñado de salvado por litro de agua y la lleves a ebullición durante algunos minutos.
Si encierras el salvado en un trozo de gasa, formando con ella una especie de bolsita, te ahorrarás luego tener que colar la infusión.
De todas formas, si no tuvieras salvado en casa, puedes sustituirlo por una cucharada sopera de vinagre que añadirás al agua de aclarado, en razón de una cucharada por litro de agua.
Tiende a secar a la sombra.