– Si tienes un objeto de plata que se ha puesto negro, vierte aproximadamente 150 gr. de sal marina en un cazo con 1 litro de agua y llévalo a ebullición.
Envuelve mientras tanto el objeto en papel de aluminio, échalo al agua y mantén el hervor por espacio de 5 minutos.
Cuando desenvuelvas el objeto comprobarás que la oxidación se ha trasladado de él al papel de aluminio que lo envolvía.
– Llena un recipiente de plástico con agua caliente, echa una dosis considerable de sal de mesa y una cucharada sopera de bicarbonato de sosa. Sumerge en esta solución los objetos de plata durante un cuarto de hora, acláralos luego en agua tibia y sécalos bien.
– Una pieza de plata que se hubiera puesto negra, recobrará su aspecto primitivo si la riegas con agua caliente en la que previamente se hayan cocido una patatas.
– Para limpiar la plata lo mejor es usar una pasta dentífrica blanca. Aplícala, frota con un paño y luego aclara. La plata tendrá el aspecto original.