– Se trata de un instrumento que requiere muchos cuidados y que es muy sensible a corrientes de aire, cambios de temperatura y humedad.
No lo adoses nunca a una pared que linde con el exterior ni dejes que le dé el viento.
Dispónlo en un ángulo, con su parte trasera hacia el centro de la estancia; si por motivos de espacio tiene que resignarse a estar adosado a una pared, que la distancia entre él y ella sea como mínimo de diez centímetros.
Y si los pedales le chirrían, engrásalos con una mezcla de sebo y grafito.