– Los granos de café atenúan el intenso olor de las bolas de naftalina. Incorpora, pues, una bolsita a tus armarios.
– Para que los armarios y la ropa no huelan permanentemente a naftalina introduce café molido en unas bolsitas y suspéndelas en el interior del armario.
– Si odias el olor a naftalina, reemplázala por clavo de olor. Su aroma es vigorizante y fresco, y su efecto es casi tan activo como el de la naftalina.
Bastará con que pongas los clavos en una bolsita de muselina colgada del armario o introducida en los bolsillos de las prendas que cuelgan en él.