– Una buena higiene de las manos es uno de los medios más eficaces en la lucha contra la transmisión de infecciones.
En Estados Unidos se realizó un estudio sobre una población de 300 escolares, que puso de manifiesto que el absentismo escolar disminuía en un 51% entre aquellos niños a los que se había solicitado que se lavaran las manos al llegar a la escuela, antes y después de comer y antes de salir de la escuela para volver a casa.
Siempre es conveniente lavarse las manos, pero especialmente:
– Antes de empezar a preparar la comida.
– Después de haber manipulado alimentos crudos (carnes, pollo, pescados, etc).
– Antes de sentase a la mesa para comer.
– Antes de curar una herida.
– Después de haberlo hecho.
– Tras haber estado en un sitio público
– Antes de cambiar los pañales a un bebé.
– Después de haberse sonado o estornudado.
– Cuando se ha tocado un animal.
– Cuando se ha atendido a un enfermo o herido.
– Tras haber manipulado utensilios de jardinería o bricolage
– Y, naturalmente, después de haber visitado el lavabo.