– La seda natural se lava en agua fría, sin frotar, prensando la prenda con las manos.
– La seda cruda se puede lavar en agua jabonosa tibia, a la que añadiremos 2 gr. de bórax por litro de agua. Aclara en agua tibia.
– La seda de colores delicados puede lavarse en agua de patatas. Pela, lava y ralla patatas y déjalas macerar de 2 a 3 horas en agua. Cuela el líquido y entíbialo. Lava la seda en este líquido, presionando la prenda. Aclara en agua con un pellizco de sal y una cucharada de vinagre por litro.
– Para devolverle su brillo a la seda natural lisa, puedes añadir al última agua de aclarado un terrón de azúcar y unas gotas de zumo de limón.
– Para evitar que la seda blanca amarillee, añade a la última agua de aclarado una cucharada sopera de agua oxigenada por litro de agua.
– Si lavas prendas delicadas de seda y temes que pudieran encoger, añade al agua de lavado un poco de bicarbonato sódico, en una proporción aproximada de 25 gr. por litro de agua.