– Una esponja que se haya puesto viscosa recobrará su aspecto original si la dejas toda una noche en remojo en agua muy salada.
– Para librar guantes y esponjas de restos de jabón, empápalos en agua caliente, vierte potasa en abundancia y aclara bien.
– Lava las esponjas de casa sumegiéndolas durante veinticuatro horas en agua muy caliente con zumo de limón.
– Para darle una segunda juventud a una esponja vieja, métela en una bolsita de tela y pásala por la lavadora.
– Las esponjas, que con el tiempo se han engrasado y perdido su buen aspecto, pueden volver a recobrarlo si las sumerges en un litro de agua al que habrás añadido el zumo de un limón, las estrujas varias veces en ella, luego las aclaras bien en agua caliente y las pones a secar al aire libre.