– Si unos encajes amarillean por efecto del tiempo, puedes probar a blanquearlos siguiendo este procedimiento: dobla los encajes, mételos en una bolsa de tela blanca y ponla a remojo durante 24 horas en un recipiente con aceite de oliva.
A la mañana siguiente, saca la bolsa del aceite y sumérgela un cuarto de hora en agua hirviendo con abundante jabón. Aclara a conciencia.
Disuelve almidón en agua y sumerge la bolsa con los encajes en ella.
Sácalos de la bolsa y plánchalos sin esperar más
– Si un encaje antiguo amarillea sin remedio, oscurécelo a base de un baño de té fuerte.