– Para conservar unos guantes de goma que no se van a utilizar en tiempo, lávalos en agua tibia con un poco de amoníaco y acláralos luego en una solución de agua y glicerina.
Enjúgalos cuidadosamente y espolvoréalos interna y externamente con polvos de talco.
Finalmente envuélvelos en un pedazo de papel.