– Quita un botón sin estropear la tela deslizando bajo él las púas de un peine y corta el hilo con una cuchilla de afeitar.
– Para no perder unos botones, extiende un trozo de cinta autoadhesiva sobre una superficie y pega los botones uno junto a otro encima.
– Si vas a quitar un botón, tómalo entre las púas de un tenedor para no correr el riesgo de cortar la tela.
– Guarda los botones de aquellas piezas de tu vestuario que pasen a retiro; pueden serte útiles un día.
Pero toma la precaución de enfilarlos en un hilo sólido, y átalo.
Así no se te mezclarán los botones entre sí, y cuando los necesites no tendrás que andar vaciando la caja para escoger los que sean del mismo tipo.