– Quita las manchas tan pronto como se produzcan.
Prueba antes el quitamanchas que vayas a emplear en una zona poco aparente de la alfombra, como bajo un mueble o un sofá, para asegurarte de que no resultará perjudicial para los colores.
Una vez eliminada la mancha, coge un mazo de hojas de papel cocina y aplícalas sobre la zona donde estuvo la mancha con un objeto pesado encima para que empape toda la humedad sobrante.
– Las manchas de cera se quitan superponiendo un papel absorbente y pasando la plancha a poca temperatura.
– Para limpiar las alfombras de una forma tan ecológica como barata, espolvorea abundante bicarbonato de sosa. Deja que obre su efecto por espacio de un cuarto de hora y luego pasa el aspirador a fondo.
– Una mancha de bolígrafo sobre la alfombra puede quitarse con laca del pelo. Espera a que seque y luego cepilla suavemente con una solución de agua y vinagre.
– Trata las manchas de la alfombra con agua templada, trabajando de fuera hacia adentro para no esparcir la mancha.
Las manchas grasientas puedes quitarlas con un detergente líquido disuelto en agua.
Es importante que antes pruebes en alguna esquina oculta la estabilidad de los colores.
Si las manchas fueran ya viejas, ráscalas con el revés de un cuchillo antes de combatirlas.
En el caso de manchas de fruta, humedécelas con un trapo embebido en vinagre.
Si es toda la alfombra la que está sucia, lo mejor será que la limpies con alguno de los productos industriales que se hallan en el comercio.
– Para quitar una mancha de una moqueta o alfombra, cuya composición ignoras, empieza por espolvorearla con polvos de talco y deja que obren su efecto. Cubre la mancha con un papel secante o con un papel absorbente blanco y pasa por encima la plancha tibia. Deja que el papel actúe durante varias horas y luego cepíllala o pasa el aspirador.
– Prueba a quitar las manchas con el líquido que empleas para limpiar los cristales. Vaporiza, deja que actúe y seca luego con un paño.
– Una mancha de tinta en la alfombra desaparecerá si la cubres con sal, la dejas dos o tres días y la aclaras con una esponja.