UA

Los dentista recomiendan que para la limpieza de la boca, después de las comidas, se utilice el cepillo y la seda dental, y desaconsejan el empleo del clásico mondadientes por el peligro de que se astille y de que estropee la dentadura. Pero cualquiera que sea el método que elijamos, evitemos practicarlo en público. Hurgarse la boca en plena sobremesa con un palillo – y no digamos ya utilizar para esta tarea el filo de una uña – es algo que contradice todas las normas de las buenas maneras.

Línea Separadora de TnRelaciones

La higiene personal, el cuidado de nuestro cuerpo, debe pertenecer a la más estricta intimidad. Por consiguiente, si el viento ha revuelto nuestros cabellos y están pidiendo un peine, lo correcto es retirarse para peinarlos. Lo mismo podríamos decir, y con más razón si cabe, del cuidado de las uñas. La imagen de quien se entretiene arreglándoselas públicamente resulta de un pésimo efecto.

https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA