Si tu marido te reprocha con frecuencia que gastas demasiado dinero en la casa, haz por que un sábado te acompañe de compras. Es un método mucho más efectivo que discutir interminablemente sobre el precio de las cosas.
Si sois, en cambio, los dos quienes os reprocháis mutuamente gastar demasiado en cuestiones que al otro le parecen poco importantes, anotad exactamente los gastos durante tres meses. De esta manera ambos sabréis en qué se va el dinero, y evitaréis muchas discusiones.
El dinero, la economía doméstica, puede ser una fuente de problemas para una pareja. Si notas que últimamente tiendes a oponerte por sistema a cualquier propuesta económica que haga tu marido, examínate: piensa en si te enfadaste con él; por algo que dijo; porque te molesta algo en su forma de ser.
Si así fuera, más te valdría dirigir tu disgusto a la verdadera razón, hablarlo con él abiertamente y dejar de utilizar el dinero como vehículo de otros problemas.