Los alimentos que se han llevado a la boca no se escupen bajo ningún concepto.
Si algo de lo que has comido, por el motivo que sea, te resulta imposible de tragar, retíralo de la boca con los dedos y déjalo en un borde del plato.
Si fuera un trozo pequeño, puedes valerte de la ayuda del cubierto que estés empleando en ese momento.
Devuélvelo al plato con discreción, y no te excuses; con tus excusas sólo conseguirías llamar la atención sobre un incidente que probablemente hubiera pasado inadvertido.
Lávate las manos antes de sentarte a la mesa.
No hables ni bebas con la boca llena.
Come con la boca cerrada.
No metas los dedos en el plato, bien sea para empujar la comida, bien para pasear un trozo de pan por la salsa.
Trata de mantener los bordes del plato limpios.
Come y bebe sin hacer ruido.
No muerdas el pan; el pan se parte con la mano antes de llevarlo a la boca.
No roas los huesos.
No empieces a comer hasta que la señora de la casa no lo autorice o empiece ella misma.
No escojas en la fuente; sírvete el pedazo que esté más próximo a tí.
No leas en la mesa.
Y por supuesto no hables con el teléfono Móvil en mitad de una comida.