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La historia del hombre esta en uno mismo y esa historia esta grabada en nuestras manos.

El mundo psíquico del ser humano está dividido en consciente, preconsciente e inconsciente, esta realidad nos indica que no todos nuestros deseos afloran libremente, de la misma manera que muchos de ellos surgen fuera de nuestro contexto y que son producto de lo que nos rodea exteriormente. De hecho, la comunicación ha variado por completo el impulso natural de nuestras necesidades. No puede pasar inadvertido el hecho de que en nuestras manos existen más células nerviosas que en toda la espalda y que estas se marcan por impulso cerebral.

En la mano encuentran su terminación cortical miles de células nerviosas, su origen esta en los surcos centrales del cerebro, justo al lado de la fisura de Rolando.

Este hecho nos permite plantear que la mano es un gran almacén que va recogiendo toda la información que elabora y procesa el cerebro; resistencias, deseos reales o imaginarios, cualidades, manías, fobias, enfermedades, triunfos, aciertos, neurosis y un largo etcétera que se va grabando en nuestras manos a través del tiempo; o sea, la manera en que vamos escribiendo nuestra historia personal.

Quiromancia

Según Freud los sueños son deseos reprimidos producto de nuestro inconsciente, nuestras manos son en cambio, la manifestación física y objetiva de todo nuestro universo psíquico; consciente, preconsciente e inconsciente. Si partimos de esta premisa, la mano nos proporciona una variedad infinita de opciones a la hora de hacer una interpretación, todo ser ha nacido con unas cualidades reales, que a lo largo de su vida y de las circunstancias que ha vivido, él va moldeando y decidiendo según su carácter.


El objetivo primordial de un lector de manos, es el de poder interpretar las cualidades reales de la persona; ya sean afectivas, económicas o bien profesionales, ver si estas se han desarrollado o no y cuales han sido las circunstancias que han acelerado o frenado el proceso de su desarrollo; individual o social y, de que manera han influido dentro del contexto en el que esta viviendo.

El ser humano es un ser de necesidades, ya sean reales o bien producto de su imaginación; las reales son inherentes a cada uno y representan el punto de partida de cada ser. Las imaginarias o ficticias son el producto del aspecto social y este se determina por lo que nos rodea a todos los niveles.

Si partimos de que la mano es un fragmento de la totalidad, y que esta nunca puede ser mayor que su universo, la parte más insignificante de ese todo puede representar a la totalidad en sí misma.

Recientes estudios demuestran que el cerebro funciona como un holograma. El holograma es una forma de almacen óptico en el que cada parte individual de la imagen esta representada en la totalidad en forma condensada. La totalidad esta en la parte y, la parte en el todo. El punto crucial radica en que la parte tiene acceso al todo. Si nuestro cerebro funciona como un holograma, este interpreta un universo holográfico, de ésta forma el cerebro tiene acceso a un universo mucho más amplio, o sea, penetra en una “esfera de frecuencia holística” que trasciende los límites del espacio y del tiempo.

El cerebro construye matemáticamente la realidad, interpreta frecuencias de otra dimensión fuera del espacio y del tiempo. Esta información permanece almacenada a través de todo el sistema, cada fragmento de la totalidad codifica a su vez la información de todo el sistema. Este hecho nos permite reconocer que en nuestras manos esta representada la totalidad del ser a la que pertenece, de allí que se encuentren reflejadas nuestras capacidades reales como las adquiridas, así como los estímulos que recibimos a través de los sentidos y de los sucesos que han influido a lo largo de nuestra vida.lectura líneas de la mano

La memoria es recuerdo y olvido, tanto uno, como otro, se materializan simbólicamente en nuestras manos a través del paso del tiempo. En ellas podemos leer, o bien interpretar la realidad psíquica, física e intelectual del individuo, también podemos ver los elementos negativos que han influido en nuestra vida y de cómo estos han impedido el desarrollo armónico de la persona.

Nuestras manos son un fragmento de esa totalidad, en ellas se encuentra la historia de su portador. El futuro desde una visión tradicional no existe, esta necesidad de conocer el futuro esta mediatizada por la historia del hombre. No existe mas futuro que las posibilidades que nos brinda nuestro presente y de cómo estas opciones son aceptadas o bien rechazadas por nuestra historia personal. Esa decisión es única y quedará grabada en nuestras manos al igual que en nuestro cerebro y en cada una de las partes de ese universo que es nuestro cuerpo.

La ideal popular de la lectura de la mano es a partir de las líneas como elemento único de observación. Este tipo de interpretación proporciona al consultante una visión simplista y monotemática de su vida, sin los elementos que le llevaron a tomar una determinada respuesta.

Este tipo de lectura hace que el consultante se pierda en las obviedades del pasado en el mejor de los casos, impidiendole encontrar los elementos objetivos que puedan provocar un cambio positivo, en su desarrollo a corto o largo plazo de su futuro. De allí que la visión que éste recibe de su porvenir, en una lectura basada en las líneas, esté totalmente desfasada y fuera de sus posibilidades reales, así como de las opciones a las cuales tiene acceso, ya que el hombre es lo que es a partir de su pasado, y su pasado lo ha configurado su carácter.

El carácter no es más que la suma de cualidades y carencias que posemos a partir de nuestro nacimiento, el paso del tiempo no hace sino afinar o paralizar nuestras cualidades, o carencias, lo más común es la combinación de ambos elementos, aciertos y equivocaciones.

El destino no es otra cosa que nuestro carácter, el conocimiento que cada uno tiene de él y la manera en que lo utiliza es la forma en que uno se mueve por la vida, es su manera de fluir por el mundo; a mayor conocimiento de nuestro carácter mayor capacidad para ganarle a la vida. El futuro siempre estará condicionado por el carácter de la persona. El futuro inequívoco e inalterable no existe, de hecho sólo podemos hablar de una serie de posibilidades que se van abriendo y cerrando a lo largo de nuestra existencia.

El futuro es la combinación de lo ya vivido y nuestro carácter. Esta es la razón por lo que las manos cambian y no mantienen su esquema original. Nuestras manos son el reflejo fiel de nuestro carácter; y de cómo éste, tanto positiva o negativamente nos ha ido proyectando en todas y cada una de las acciones que conforman nuestro pasado, lo que ya hemos vivido.

A lo largo de nuestra vida estos cambios en la geografía de la mano son debidos a las decisiones que hemos ido tomado, tanto en el ámbito individual como en el social, ya sea por los progresos o retrocesos sociales, políticos, económicos e ideológicos que nos van acompañando a lo largo de nuestra vida.

Nuestras manos son el reflejo fiel de nuestro carácter, son parte del holograma, son ellas las que nos permiten interpretar un universo holográfico. Es a partir de allí donde p odemos comenzar a reconstruir la realidad, dentro de un mapa que esta fuera del espacio y del tiempo, en donde sólo existe el ahora, visto éste como la eternidad; de allí que en nuestras manos se encuentre almacenada toda nuestra historia personal; a todos los niveles, las actitudes y respuestas que hemos decidido a lo largo de nuestra existencia, de que manera nos han afectado positiva o negativa en nuestro desarrollo.

Estas acciones son la forma en que nos hemos proyectado en todas y en cada una de las actitudes que han hecho nuestro pasado, lo que ya hemos vivido, las que se olvidan y pasan a formar parte del inconsciente, penetran en un mundo atemporal, esa parte del cerebro y de nuestro cuerpo físico en donde no existe el tiempo.

Nuestro cerebro esta reflejado en nuestras manos. En la geografía de las manos están marcados los factores conscientes, sensaciones que el consultante esta sintiendo y viviendo en el momento de efectuarse la lectura; o sea, un tiempo determinado. De la misma manera queda grabada la parte inconsciente, que es la parte mágica y atemporal de nuestro mundo psíquico.

Estos elementos; uno temporal y otro atemporal, nuestro mundo psíquico; en combinación con las cualidades reales que conforman el carácter de cada persona, tanto genéticas como sociales, o sea, el mundo físico, hacen posible la lectura de la mano.

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