UA

Cuando en Occidente se menciona la palabra yoga todo el mundo da por sentado que se trata de posturas y asanas, es decir, de Hatha Yoga, lo cual es una simplificación bastante considerable que lleva a no entender realmente de que se trata, ya que el hatha yoga es un mero adiestramiento físico que no figura mencionado ni en el Bagavadgita, ni en los Brahma-sutras de Hradaranyana ni en los Yoga-sutras de Patanjali.



El Yoga es mucho más que eso, es uno de los seis sistemas ortodoxos de la filosofía india, cuya antigüedad es posible que se extienda al período prevédico, ya que muchos consideran que cuando los arios llegan a la India, allá por el 1300 a. de C., ya se encuentran con él, indudablemente no en la refinada forma que Patanjali le da en los siglos previos a la era cristiana. El Raja yoga, una de las cuatro vías hacia la liberación del pensamiento hindú, incluye al Laya yoga, Kriya yoga, Mantra yoga, Dhyana yoga (el contenido en el Bagavadgita) y el Patanjali yoga, con diferencia el más importante, extenso y detallado.


Detrás de la palabra Yoga

El Raja yoga es la ciencia de la mente, Patanjali lo define como: “la eliminación de las Fluctuaciones mentales”. ¿Cómo se consigue esto según Patanjali?, pues ni más ni menos que des-identificando y separando el espíritu del complejo mente-cuerpo que ocupa. ¿Por qué razones?, para analizarlo conviene saber de donde viene, o en qué consiste la filosofía Yoga.



La metafísica del yoga está prestada de la filosofía Shamkya, la más antigua de la India, anterior al budismo que toma mucho de ella.


Detrás de la palabra Yoga Se trata de un acérrimo sistema dualista, hay dos substancias eternas, el espíritu, Purusa y la materia, Prakriti ­ en la que se incluye la mente y el intelecto­ es también un sistema realista porque la materia es un ente real, al menos como substancia primigenia, no en la forma en que la percibimos con los sentidos. El espíritu pone la consciencia y la materia la actividad. Así se produce la evolución que no necesita para nada la idea de un dios, por eso se dice que el Shamkya es ateo.



El yoga utiliza esta metafísica añadiendo simplemente la idea del dios personal, a quien considera necesario para desarrollar la devoción. Un ser humano está formado por la mezcla de espíritu y materia. La esclavitud del alma consiste en la unión con prakriti, la substancia o materia.



El espíritu anima el complejo mente-cuerpo al que da vida y hace evolucionar; el problema consiste en que al hacerlo se identifica con él y olvida su auténtica naturaleza libre e incondicionada. El yoga sirve para deshacer esta confusión. Si en la mente no hay nada, si el Purusa no tiene con que identificarse porque la mente está vacía, se reconoce a sí mismo y alcanza la liberación. Por eso el yoga no es unión, como muchos piensan, sino desunión.



Según el yoga, y todos los sistemas de pensamiento indio, el progreso espiritual debe tener una base moral. Todos hacen hincapié en la necesidad del adiestramiento ético.


Detrás de la palabra Yoga

Para librar al alma de sus cadenas la mente debe liberarse de las cinco aflicciones -ignorancia, egoísmo, apego, aversión y aferramiento a la vida-, que son lo que crea los contenidos de consciencia; la disciplina básica es el adiestramiento ético.



Las fluctuaciones mentales- la superficie de la mente – son de cinco tipos: conocimiento verdadero y erróneo, imaginación, sueños y memorias. Para eliminar todo esto se utilizan los dos primeros escalones del yoga (yama y niyama), puramente éticos, que son las Abstenciones: no violencia, no mentir, no robar, castidad y no poseer, y las Observancias: pureza física y mental, conformidad, austeridad, estudio de las Escrituras y devoción a dios.



Detrás de la palabra Yoga Sí estos diez mandamientos del yoga no se cumplen, es imposible acallar las aflicciones de la mente y por tanto realizar los siguientes pasos, sobre todo la concentración y la meditación previas al samadhi, último escalón. Los ocho pasos del sistema de Patanjali son: yama, niyama, asana, pranayama, pratiajara, dharana, dhyana y samadhi. En los estados de dharana y dhyana, concentración y meditación, hay consciencia del acto de meditar, en Samadhi no, sólo brilla el objeto y nada más.



En el siguiente paso el objeto desaparece también, sólo queda la consciencia indivisa, nirbija samadhi.



También conviene aclarar que el yoga no proporciona la iluminación, Moksa, sino que elimina los obstáculos, todas las fluctuaciones de la mente; fluctuaciones que no se eliminan si no desaparecen las aflicciones que no se difuminan sin la práctica de las abstenciones y observancias mencionadas.



Mientras existan fluctuaciones y aflicciones en la mente la meditación real no es posible; como pasos previos el yoga recomienda el trabajo desinteresado, karma yoga, la devoción, bakti yoga, y la recitación de mantras. Todo esto es básicamente lo que se encuentra detrás de la palabra Yoga.

Fernando Díez
Filósofo

Detrás de la palabra Yoga
https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA