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Algunos datos básicos

Los cambios en el patrón de morbimortalidad de las poblaciones humanas a lo largo del último siglo han hecho que, especialmente en los países desarrollados, el impacto de los fenómenos epidémicos se haya subestimado. Sin embargo, un análisis de la realidad global permite observar el fenómeno contrario ya que la aparición de procesos como el SIDA, la evolución del cólera, la malaria, o las nuevas enfermedades emergentes y reemergentes muestran que estamos muy lejos de poder hablar de las epidemias como algo del pasado.
En realidad, las emergencias epidémicas están en aumento debido a múltiples factores como:

Los asentamientos demográficos inadecuados,
La degradación medioambiental de extensas zonas del planeta,
Los movimientos de población
El fenómeno de las comunicaciones rápidas
Los cambios climáticos y su impacto ecológico sobre las poblaciones de agentes infecciosos y sus vectores, etc.

Por todo ello, el resultado final es que debemos estar preparados para hacer frente a un resurgimiento de la patología infecciosa a nivel global.
Además, las emergencias epidémicas causan pérdidas humanas y económicas y plantean dificultades de índole política. Es responsabilidad de los servicios de salud la prevención y el control de estas situaciones mediante la organización de un servicio de salud para casos de urgencia.Ir arriba

Los conceptos fundamentales

Habitualmente llamamos epidemia a la aparición de un número de casos (que se sabe o sospecha de origen infeccioso o parasitario) que excede lo habitual o previsible para un lugar y un tiempo determinados.
Cuando la epidemia afecta a un área geográfica muy extensa (a menudo varios continentes) se denomina pandemia. La capacidad de propagación rápida de ciertos tipos de epidemias hace que sea necesario una intervención lo más temprana posible.
Por otro lado, hablamos de peligro de epidemia o epidemia potencial cuando se dan circunstancias en las que cabe prever razonablemente la aparición de una epidemia de una enfermedad determinada. Esta situación requiere:

Una población humana susceptible;
La presencia o la introducción previsible de un agente patógeno;
La presencia de un mecanismo que haga posible la trasmisión a gran escala.

Los rasgos característicos de una emergencia epidémica o amenaza de epidemia se exponen a continuación, aunque debe tenerse en cuenta que no es preciso que estén todos presentes y que su importancia relativa debe evaluarse en cada caso:

Existe riesgo de introducción y propagación de la enfermedad en la población.
Puede preverse razonablemente que se produzca un gran número de casos.
La enfermedad es suficientemente grave como para causar la muerte o una discapacidad grave.
Existe riesgo de alteración social y/o económica por la presencia de la enfermedad.
Las autoridades locales o nacionales no pueden enfrentar eficazmente la situación por falta de
Personal técnico, experiencia en organización o suministros y equipos necesarios (medicamentos, vacunas, material de diagnóstico de laboratorio, material de lucha antivectorial, etc).
Hay peligro de trasmisión internacional de la enfermedad.

Lineas prioritarias de actuación

La medida inicial básica es crear un servicio de salud de urgencia dirigido por un coordinador responsable de elaborar los planes de urgencia que identifiquen todos los recursos disponibles y necesarios en las diferentes situaciones.. Otra medida importante es el establecimiento de un sistema de alarma temprana capaz de detectar cualquier incidencia insólita de una enfermedad transmisible que pueda desembocar en una emergencia epidémica.
Después es esencial confirmar la existencia real de la epidemia o amenaza de epidemia.
El análisis de los datos recogidos por los equipos de investigación sobre el terreno permite determinar el alcance del brote y su importancia en el tiempo y el espacio. La incidencia de casos en los diferentes grupos de la población se expresa en forma de índices. Se estudia y representa en forma gráfica la propagación geográfica de la enfermedad. La información sobre los contactos permite determinar las características de la trasmisión e identificar los grupos más expuestos, a los que deberá vigilarse estrechamente y proteger contra la enfermedad.Ir arriba

Medidas de preparación

Las operaciones previas a la planificación son de dos tipos: la primera, de tipo logístico, es un inventario de los recursos existentes y necesarios, y la segunda, de tipo técnico, es la preparación de planes de investigación y lucha para las epidemias más probables en la región. Los recursos que deben tenerse en cuenta en emergencias epidémicas son:

Dotación económica. Las operaciones de investigación y control epidemiológico exigen el desembolso de fondos complementarios a los del presupuesto ordinario.

Personal. Es necesario identificar expertos en diferentes especialidades. Si estos fuesen externos, deberán estar familiarizados con las condiciones clínicas y geopolíticas de la región o país afectado.

Asistencia Sanitaria. Debe recogerse de información previa sobre los recursos sanitarios existentes y su estructura. Cada hospital debería tener su plan de emergencia que prevea expandir sus servicios de urgencia y consultas externas frente a desastres.

Apoyo de laboratorio. Debe conocerse que laboratorios locales, nacionales o de referencia de la OMS puedan movilizarse para aislar y caracterizar el agente patógeno, los vectores, los reservorios y las encuestas serológicas.

Equipos de campaña. Es necesario disponer de equipos móviles para realizar investigaciones epidemiológicas y efectuar medidas de control sobre el terreno; su composición variará según la índole del brote y las condiciones locales.

Campañas de inmunización. La inmunización puede proteger frente a algunas de las enfermedades incluidas en el plan de contingencia. Si se decide iniciar una campaña de vacunación de emergencia, deben preverse los recursos necesarios: vacunas suficientes, conservación (cadena de frío ) y administración (técnicos, material, transporte, etc…)

Lucha antivectorial. Si se va a hacer lucha antivectorial deben adoptarse medidas preliminares como el estudio de ubicación de los servicios de lucha antivectorial, mecanismos de aviso rápido del personal, resistencia a insecticidas , almacenamiento y rotación de reservas de los insecticidas y material, transporte, etc.

Saneamiento ambiental. En caso de contaminación del agua potable debe preveerse la necesidad de materiales de tratamiento del agua adaptados al medio local.

Suministros. Debe existir un sistema periódico de inventario de los materiales necesarios en las condiciones locales que permita determinar cuándo es necesario reemplazar o aumentar las existencias normales, así como adoptar medidas suprimir o simplificar las formalidades de importación de equipo y suministros de urgencia.

Transporte. Los servicios de salud no suelen disponer de vehículos suficientes para atender las necesidades de una emergencia epidémica y, por ello, debe preveerse el uso de los recursos de otros sectores (obras públicas, policía, sector privado, etc…).

Comunicaciones. Los sistemas de comunicación habituales de los servicios de salud serán insuficientes en una emergencia y se necesitarán instalaciones adicionales para ampliar el sistema de comunicación. Es fundamental reservar una línea de comunicación específica para las consultas del público y otra para los medios de comunicación.
Todos los despachos y mensajes que se transmitan deberán ser objetivos, precisos, redactados en un lenguaje sencillo y repetidos en los diversos lenguajes locales de uso más común. Es preferible que el público reciba información, asesoramiento y orientaciones de la autoridad sanitaria responsable en lugar de dejarle expuesto a los falsos rumores y a informaciones inexactas.
Participación de la comunidad. El grado de participación de la comunidad en un programa de control de una emergencia epidémica dependerá principalmente del nivel de educación sanitaria previa del público y del grado de preparación frente a desastres, pero es siempre fundamental incluir la participación de la comunidad.
Ayuda internacional. Cuando un brote alcanza proporciones que impiden contenerlo con los recursos locales o nacionales debe recurrirse a la ayuda internacional de los organismos de Naciones Unidas, de organizaciones regionales o de ONG con experiencia en control de epidemias (OXFAM, CARE, Médicos Sin Fronteras, etc)

La planificación de contingencia debe identificar las posibles enfermedades epidémicas y preparar los correspondientes planes de acción. Las posibles enfermedades pueden seleccionarse en base a los siguientes criterios:

Enfermedades epidémicas capaces de causar una emergencia;
Enfermedades epidémicas de las que se sabe que han causado emergencias locales en el pasado;
Enfermedades endémicas locales que pueden llegar a convertirse en epidémicas;
Enfermedades que pueden importarse.

La prevención y el control

Los brotes epidémicos de enfermedades transmisibles se controlan mediante las siguientes tres estrategias básicas:

Eliminar o reducir las fuentes de infección;
Interrumpir la trasmisión del agente; y/o
Proteger a las personas expuestas.

Prevención en epidemias de trasmisión Persona-Persona.
En este tipo de brotes puede ser necesario adoptar medidas de protección respecto de los enfermos, sus contactos y la comunidad. En relación con los enfermos, se precisará protección para el personal que participe en la asistencia sanitaria, evacuación, recogida de muestras, exámenes de laboratorio, necropsias y operaciones en el terreno durante la investigación epidemiológica.
La precaución general más eficaz consiste en lavarse cuidadosamente las manos después de cada contacto con un enfermo o un presunto caso. Las medidas de protección pueden dividirse en cuatro categorías:

Precauciones estándar,
Aislamiento entérico,
Aislamiento respiratorio y
Aislamiento estricto

Según el grado de transmisibilidad de la infección (moderado, alto y muy alto) y su mecanismo de trasmisión.

La eliminación sanitaria (desinfección o incineración) de excretas, vómitos, orina, secreciones, descargas, vendajes y ropa de cama es muy recomendable y puede ser indispensable en enfermedades con determinados mecanismos de trasmisión. Si hay que transportar material contaminado deberá aplicarse el procedimiento de la doble bolsa.
Siempre que los cadáveres puedan ser fuente de infección se envolverán en un lienzo empapado con desinfectante se cubrirán con plástico aislante y se encerrarán en una bolsa de plástico hermética.

La cuarentena es el procedimiento utilizado para restringir los contactos de una persona sana que ha estado expuesta a un enfermo infeccioso durante el periodo de transmisibilidad de la enfermedad.
Desde el punto de vista del riesgo para la comunidad, en cuarentena este disminuirá considerablemente si se tratan los pacientes y se aislan sus contactos. No obstante, si no es posible identificar a todos los enfermos y contactos habrá que considerar, además, otros métodos como son:
o Inmunización masiva. Para un número limitado de casos es posible proceder a una inmunización masiva de urgencia.
o Restricción de las reuniones de masas.
o Restricción de viajes. Estas medidas pueden incluir el establecimiento de un cordón sanitario a fin de aislar el foco epidémico o de impedir la entrada de personas infecciosas en un país.

Reforzamiento de la vigilancia epidemiológica. Deberá reforzarse la localización de casos,la búsqueda de contactos y la prevención de la transmisión en cualquier grupo en el que hayan aparecido casos presuntos.

Participación de la comunidad. Mantener a la comunidad bien informada contribuirá a reducir el riesgo de pánico.

Prevención en epidemias por exposición en epidemias por exposición fuente común.
Cuando la causa del brote es una fuente común de infección los métodos de lucha deberán basarse en la reducción de la fuente y la interrupción de la transmisión.

Control de procesos epidémicos trasmitidos por mosquitos.
Los mosquitos son el grupo más importante de insectos vectores y pueden transmitir enfermedades como paludismo, filariasis y cierto número de arbovirus, incluidos los virus de fiebre amarilla, dengue y dengue hemorrágico, encefalitis japonesaesa, encefalitis equina del Nuevo Mundo y varias fiebres parecidas al dengue.
En las situaciones de urgencia, los métodos que se apliquen para la lucha contra los mosquitos variarán según la especie de mosquitos. Entre esos métodos figuran los rociamientos con insecticidas, la protección personal, la reducción de la fuente y la ordenación del Medio ambiente.

Control de procesos epidémicos trasmitidos por roedores.
Los roedores pueden ser el reservorio de enfermedades epidémicas entre ellas la leptospirosis, la peste, la tularemia, las yersiniosis, la coriomeningitis linfocítica, la fiebre de Lassa, la fiebre hemorrágica de Junín y Machupo y la fiebre hemorrágica con síndrome renal.

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