A medida que su útero y su abdomen se expanden, puede que sienta
dolores en su abdomen, ingle o muslos. También puede sentir dolores de
espalda o dolor cerca de su hueso pélvico debido a la presión de la
cabeza del bebé, a su aumento de peso, y a que las articulaciones en
esta área se están aflojando. Acostarse, descansar o aplicar calor
pueden aliviar algunos de estos dolores. Si los dolores no mejoran
después de descansar, lo mejor es llamar a su médico.