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La impotencia frecuentemente es tema de chistes, pero a la medida
que los hombres envejecen (y para mucho hombres diabéticos) la
impotencia no hace ninguna gracia. Es un problema que principalmente
aflige a hombres de cincuenta años en adelante, y los hombres dabéticos
tienen un riesgo mayor. De hecho, el 50 o 60 por ciento de hombres
diabéticos mayores de cincuenta años padecen algún grado de impotencia.
(Impotencia es la incapacidad frecuente, no ocasional, de conseguir o
mantener la erección).

La impotencia puede tener causas psicológicas y fisiológicas. La
impotencia de base psícica suele empezar de forma repentina, mientras
que la impotencia con base fisiológica empieza de forma gradual, con un
pene menos erecto y erecciones menos frecuentes, y se va haciendo peor
hasta que el hombre es capaz de mantener una erección. En los hombres
diabéticos las cuasas suelen estar relacionadas con problemas de
nervios y vasos sanguíneos. Por ejemplo, si los defectos de los vasos
sanguíneos impiden que la sangre fluya al pene, no podrá causar una
erección, o si los nervios fallan al signalizar el pene, el resultado
puede ser que no haya erección.

La mejor manera de evitar la impotencia fisiológica para un hombre
diabético es mantener un buen control de los niveles de glucosa
sanguíneos, no fumar, reducir el consumo de alcohol, y mantener una
presión arterial normal. Pero cuando la impotencia se vuelva objeto de
preocupación, una conversación franca con su médico puede revelar el
orígen del problema.

Antes de que se pueda recomendar un tratamiento para la impotencia
es necesario determinar su causa, lo cual requerirá una serie de tests.
Como parte de la evaluaciónde su situación debe informar a su médico de
los medicamentos que está tomando, incluso aquellos libres de receta
médica, porque algunos medicamentos contra males comunes pueden
contribuir a la impotencia. Si su medicación le está causando
impotencia, el médico posiblemente pueda cambiar o ajustar la receta.
En cualquier caso, nunca deberá cesar de tomar medicamentos que les han
sido recetados sin consultarlo con su médico. Fumar y beber alcohol
también puede contribuir a la impotencia.

Hoy en día los médicos disponen de una variedad de tratamientos para
la impotencia fisiológica. Pasar por el proceso diagnóstico pues, vale
la pena. Los tratamientos comunes incluyen inyectar un medicamento
directamente en el pene para producir una erección que durará 30 a 60
minutos, utilizar una bomba de vacuo para producir una erección, e
implantar una prótesis dentro del pene para producir erecciones. Su
médico le ayudará a tomar una decisión sobre cuál de estas opciones
mejor le conviene (si alguna le conviene).

Si sospecha que su impotencia tiene una base psicológica, su médico
le podrá indicar algún terapeuta especializado en el tratamiento de
asuntos sexuales.

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