Otitis seromucosa. Proceso inflamatorio que afecta a la mucosa de la caja del tímpano, originando la secreción de líquido en su interior.

Localización anatómica: Oído.

Síntomas: Disminución de la capacidad auditiva, autofonía –resonancia de la propia voz–, sensación de taponamiento y malestar.

Pronóstico (gravedad): De evolución favorable si se trata a tiempo.

Causas: Infección en las vegetaciones adenoideas –acúmulo de tejido linfoide, situado en la parte posterior de las fosas nasales– o hipertróficas –de gran tamaño–.

Factores de predisposición: Niños expuestos a focos infecciosos –aguas o ambientes contaminados– y predisposición genética.

Posibles complicaciones: Otitis adhesiva.

Tratamiento: Inserción de un tubo de drenaje a través del tímpano, para eliminar la mucosidad. Debe determinarse el agente causal y tratarlo.

Prevención: Protegerse los oídos en piscinas públicas. El diagnóstico precoz es fundamental para evitar complicaciones, por lo que debe acudir al especialista ante los primeros síntomas