Enfermedad renal terminal. Incapacidad del riñón para realizar sus funciones.

Localización anatómica: Riñón.

Síntomas: Adelgazamiento, cansancio, malestar general, trastornos en manos y pies, náuseas, problemas musculares, color amarillo de la piel y hemorragias.

Pronóstico (gravedad): Muy grave. El enfermo requiere un trasplante urgente o diálisis para evitar el desenlace fatal.

Causas: Cálculos, procesos infecciosos del sistema urinario, insuficiencia renal crónica que determina el deterioro absoluto de los riñones.

Factores de predisposición: Diabetes Mellitus, alteraciones del sistema renal y factores genéticos.

Posibles complicaciones: Anemia, insuficiencia cardiaca, tensión alta, alteraciones del sistema nervioso, daño en las articulaciones, infecciones diversas, insuficiencia hepática

e impotencia.

Tratamiento: Diálisis -depuración de la sangre- o trasplante de riñón son los únicos medios para evitar la muerte del paciente.

Prevención: Tratar adecuadamente la insuficiencia renal crónica limitando la ingestión de líquidos, estableciendo una dieta adecuada baja en proteínas y alta en carbohidratos, y limitar infecciones en el aparato urinario pueden contribuir a evitar la enfermedad renal terminal.